“El trapecio Loco” Una excelente opción de fin de semana, para poder asistir a una obra de teatro magníficamente dirigida, prolijamente representada, en medio de un escenario mítico como es el de nuestro centro Cultural Rosario, con entradas anticipadas a 250 pesos y una única función para el público general y varias funciones para las Instituciones de la región.
A 100 años de la muerte de Pablo Podestá, el elenco de teatro de la Biblioteca José Enrique Rodó de Juan lacaze, con la participación de integrantes del Grupo de teatro de la Biblioteca Varela de nuestra ciudad y el apoyo de la Intendencia de Colonia, nos dejan un despliegue de palabras, imágenes y sonidos que acarician el alma.
Rosario ha sabido ser cuna de grandes artistas, ha sabido ser hogar y refugio, tal es el caso de la familia Podestá, que desembarcó en nuestra ciudad y dio vida a personajes entrañables.

Sobre el escenario del Centro Cultural Rosario los espectadores podrán ser testigos de los últimos días de vida de Pablo Podestá, entre el delirio y la realidad, entre una infancia inundada de acrobacias y una adultez en donde la memoria tiembla como un débil equilibrista.
Cocoliches, payasos, acróbatas, se enredan en ademanes mientras la música indica que comienza la función. Un director de circo y un doctor, un trapecio que llora y la luz, que va cayendo tenuemente sobre la escena.

No todos los días nuestra ciudad es testigo de propuestas artísticas que conmueven, que movilizan, que sacuden el polvo del pasado y nos instalan en el terreno de la leyenda.
La danza no se detiene, los fantasmas se mueven en un ritual vertiginoso de palabras, silencios y movimientos, el circo duerme en la memoria y la cama se ha transformado en un trapecio que mece al personaje y lo impulsa a saltar sin red.

Entre la locura y la cordura, entre un Florencio Sánchez que sonríe recostado en su obra y un payaso que sufre, entre el colorido alegre del circo y la oscuridad triste del recuerdo, ese recuerdo que raspa, que se esconde y se desvanece en un cuarto de hospital.
La noche cubre el escenario, de atrás de bambalinas sonríe Juan Moreira empapado en soledad y un payaso envuelto en ochos, mudo, insistiendo en retener con su cuerpo, el pozo vacío en donde caen las palabras.

Hagamos silencio… ya se abre el telón, es cuestión de desplegar la magia y despertar la imaginación El sábado 09 a las 20:00 hs, la cita obligada es con la memoria, con los grandes artistas del pasado que han hecho grande a nuestra ciudad, y por si esto fuera poco, su escritor, Walter Acosta, celebrará desde su butaca y aplaudirá de pie, la puesta en escena de una de sus mayores obras. Cuando la sala quede vacía y remolonee algún suspiro, se escuchará bajito, casi al oído… “Oiga, No se vaya sin soltarme, por favor. No ve que ya estoy tranquilo?”.
Redacción: Marité Ayala
